Detrás del blindaje del vidrio del colectivo observa la última cuadra en la que paraguayos con sed de cachaca se congregan frente al boliche bailable.

Los reflejos azules de las luces policiales en las cortinas bajas aseguradas con barrotes, los travestis formando la barrera para un tiro libre bajo la lluvia.

La noche es nublada sin estrellas y los destellos húmedos de los tubos de neón verdes proyectan espectros de su madre haciéndole la raya al medio y poniéndole el guardapolvo blanco y tibio.

Piensa en todos los minutos de silencio que hizo entre multitudes y que no recuerda cuándo fue la última vez que se arrodilló frente a su cama para rezar.

Rusita Poemas Cortos Vol. 1

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