Una mano apoyada en la reja sobre la cabeza y otra apenas separada del cuerpo reza murmura en la puerta de la Iglesia. No tomar las pastillas recetadas y atravesar la plaza lo hizo cansar lo que no tomar las pastilals recetadas y atravesar la plaza lo harían cansar. Transpira en una mañana húmeda bajo la campera rompevientos de plástico.
A sus espaldas el murmullo de las autopistas y las luces que permanecen prendidas porque el sistema eléctrico que las controla considera que el día aún está oscuro.

Una chica permanece sentada semidormida en una silla en la puerta del baño de mujeres. Adolescentes uniformadas para el sábado a la noche en colores negros, rojos y grises se arreglan el maquillaje, comparan, se alistan. En el piso hay papeles mojados por la cerveza caliente y olor a húmedo. Ella viste un canguro negro y un jean violeta. Las adolescentes ni siquiera la miran. No saben de dónde vino, adónde vuelve. No les interesa.

El cuerpo oblicuo sobre la vereda, caído en posición de haber saltado a cabecear la última dosis. La mugre que florece de las baldosas apenas tapa el logo de la English Premier League de su brazo. El Rey de la Avenida Garay como siempre hace declaraciones a los medios. El cuerpo oblicuo sobre la vereda, caído sigue debajo del cartel que dice 4 COLAS Y UN FUNERAL SENSACIONAL ESTRENO.

Rusita Poemas Cortos Vol. 1

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