El viento pega en la cara por el hueco de la ventanilla abierta los últimos días de febrero. Los retazos de las noches de carnaval en los cables de la Avenida Boedo.
El asfalto recién salido de la ducha deforma el reflejo de los edificios.

Unidades que sirven para saber que estamos en ese tiempo en que la agonía del verano se acelera.

La chica del asiento de uno rapea por celular y usa como puntuación la palaba boluda.
Boluda. Algo. Boluda. Su discurso se mezcla con la música que sale de la radio de la cabina/santuario kistch del conductor.

Rusita Poemas Cortos Vol. 1

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